Abril 2020, update Feb.2022
En su artículo, Jan Braunholz describe cómo Nestlé determina la vida cotidiana de los mexicanos. La mayor empresa alimentaria del mundo, con sede en Suiza, domina el mercado a todos los niveles: desde el cultivo hasta la cultura del café y el consumo. Nestlé también influye en las más altas instancias de decisión del gobierno mexicano.
Es periodista, documentalista y catador, y colabora con la ONG Flüchtlingshilfe Mittelamerika e.V.
Cuando empecé a rodar mi película documental “Café Rebeldía” sobre las estructuras cafetaleras zapatistas y la crisis del café en México hace 20 años, no me di cuenta de cómo la mayor corporación alimentaria del mundo determina la vida cotidiana en México. Desde el cultivo hasta la cultura del café y el consumo, determinan el mercado y también fijan los pilares políticos con influencia concreta hasta los más altos órganos de decisión del gobierno mexicano. Lo ilustraré con algunos ejemplos.
Durante años, Nestlé ha importado a México café verde Robusta barato de Vietnam, Brasil, Indonesia y Ecuador para su Nescafé. Los productores mexicanos de café protestaron constantemente contra estas importaciones. La idea de Nestlé era cultivar café Robusta localmente, y hace 20 años se iniciaron los primeros proyectos de cultivo en la zona de Tezonapa, en el estado de Veracruz, que se convirtió así en el epicentro de los planes de cultivo de café de Nestlé. Como resultado, los productores de café se volvieron aún más dependientes porque tienen un solo comprador, la empresa Nestlé con su gran intermediario AMSA (Agroindustrias México S.A.), su planta de procesamiento de café, el Beneficio, y sus coyotes, los pequeños intermediarios.
Esto es exactamente lo que está ocurriendo de nuevo en la actual cosecha de enero-marzo en Ixthuatlan de Café, cerca de Huatusco, en el estado de Veracruz. Hay un gran Beneficio de AMSA, que pertenece al grupo cafetero ECOM.
Trabajan como compradores para Nestlé y determinan el precio en la zona. Los más de 12.000 caficultores de la región sólo pueden entregar cerezas de café. En otras partes del país, compran sobre todo café pergamino, el café ya sin cereza y descascarillado que todavía tiene una piel de pergamino. Esto se paga con unos 25-30 pesos/Kg (aprox. 1 euro). Es decir, Café Cereza les trae desde el principio un mal precio: aprox. 4-5 pesos el kilo de café cereza (aprox. 20 céntimos de euro), para Nespresso con recargo AAA aprox. 7,50 pesos/kg. El precio actual febrero 2022 es entre 13-15 pesos /kg Cherrycoffee en Veracruz.
Eso fue a principios de marzo de 2020, cuando yo estaba allí – una miseria en comparación con los gigantescos ingresos que Nespresso obtiene por su espresso de cápsulas de aluminio: unos 70 euros por kilo. El caficultor Carlos Hernández Maduro lo dijo sin tapujos: “No es rentable, el precio ha bajado mucho y es una cosecha muy pequeña”. Esto como consecuencia de la plaga del hongo Roya, que ha provocado pérdidas de cosecha del 80-
90%. No llegan a cubrir los costes de producción y ya ha habido protestas y bloqueos por la política de precios frente al Beneficio, pero sin resultado.
El hecho de que los ingresos de las cosechas no aporten las inversiones y apenas alcancen para sobrevivir ha provocado una inmensa migración. Por ejemplo, en la Sierra Zongolica (sierra cercana a Córdoba) los cafeteros dependen directamente del intermediario Christian Garey de Córdoba, que les paga sólo 6,5 pesos/kg y también vende al Beneficio AMSA de Ixthuatlan. En varios pueblos hay autobuses diarios que llevan a la población empobrecida a la Ciudad de México, con la esperanza de conseguir allí un trabajo mejor pagado.
La empresa alimentaria Nestlé domina regiones enteras en México y especialmente en Veracruz y es la principal causa de una migración cada vez mayor. Antes tienen nuevos y grandes proyectos de cultivo de café Robusta en la región costera de Veracruz, que cambiarán toda la estructura local y se darán así de forma innovadora y duradera. También presentaron estos objetivos en el Congreso de Sostenibilidad de la Asociación Alemana del Café el 5 de junio de 2019, antes de la feria de café World Of Coffee WOC del año pasado en Berlín. Se trató de los proyectos de Nespresso AAA Fairtrade en Colombia, que fueron presentados por el director del proyecto Karsten Ranitzsch en una hermosa presentación de PowerPoint rica en imágenes.
Cuando pregunté por la política de precios de Nestlé en México y el proyecto de Nespresso en Veracruz, el Sr. Ranitzsch reaccionó con cierta indignación. Dijo literalmente: “¡Yo no soy de Nestlé, sino de Nespresso! Los murmullos de asombro llenaron la sala y yo no pude ocultar mi sonrisa. Le pregunté por qué había tantas protestas y huelgas. A lo que él respondió: “¿De dónde has sacado eso? Entonces: “¡De la organización de pequeños productores de café CNOC! Me contestó algo efervescente: “Conozco sus artículos”, a lo que yo le dije: “Bueno, entonces usted también conoce la situación local y los precios”, tras lo cual interrumpió y se fue. El público del café se quedó un poco sorprendido y el panel terminó. Esta reacción no me sorprendió y me propuse visitar estos proyectos insignia de Nestlé AAA Fairtrade en Colombia en enero/febrero de 2020.
Elegi uno de los dos proyectos de Nespresso porque quería visitar otros proyectos allí cerca de Medellín. Así que conduje desde Bogotá, pasando por Manizales, hasta Aguadas Caldas, a la Cooperativa de Caficultores de Aguadas. La región de Caldas es una de las principales zonas cafeteras de Colombia y apenas se veían los efectos de la plaga de la Roya del café. La Federación Nacional Cafetalera (FNC) ha hecho un excelente trabajo allí, renovando muchas veces los cafetales con las variedades Colombia y Castillo. Gracias a un contacto en la Universidad de Medellín, conocí a productores cerca de Aguadas. La cooperativa tiene la certificación de comercio justo ID 831 y está en el programa AAA de Nestlé y actúa como comprador a granel en la región para Nestlé. El precio de la cooperativa de café, de 850.000 pesos COP (2,11 USD) por carga de 125 kilos, lo fija la FNC. También hay diferencias de calidad, pero éstas pueden variar mucho. El intermediario y exportador con licencia de Comercio Justo Expocafe compra a la Coop Aguadas al precio mínimo de Comercio Justo de 1,40 USD/libra + 20 centavos de dólar de prima/libra, es decir, por kg 2,80 + 40 centavos = 3,20 USD/kg. Expocafe, a su vez, vende a Nestlé/Nespresso de forma similar a AMSA en México.
Sin embargo, la Coop Aguadas pagó a los productores a finales de enero un precio base de Nespresso por libra de 7.320 COP / (1,05 $ USD) con la asignación de la AAA entonces 7.840
COP (1,12 $ USD) un llamado “Precio Farmgate”, el precio que en última instancia, los agricultores de café obtener. Este precio en finca no figura en el proceso de certificación FT de Comercio Justo, sino el precio FOB (el precio en el puerto de exportación) y tuve que preguntar a Max Havelaar CH, el certificador de comercio justo en Suiza, lo que han negociado con la sede de Nestlé en Vevey/Suiza, porque una deducción de casi 1/3 para los caficultores de unos 50 centavos de dólar es decididamente demasiado alta en el comercio justo.
Aunque la cooperativa tiene sus propios costes como salarios + tecnología, pero el problema es la trazabilidad, la fijación de precios y la falta de diferenciales de calidad en la Coop Aguadas. Aunque hay primas adicionales de Rainforest Alliance y Starbucks Best Practices de unos 1,05 USD cada una, pero por ahora no tienen nada que ver con el precio mínimo de Comercio Justo. La consulta a Simon Aebi, de Max Havellaar Suiza, dio como resultado la siguiente respuesta “Para Farmgate no hay precio mínimo en el sistema CJ” y “Por cierto, para las grandes cooperativas no hay condiciones especiales en cuanto a precio mínimo y prima”. Así que depende de la dirección de la Coop Aguadas el precio que repercute en sus socios. En este caso sin potencial de calidad lo que otras Cooperativas de CJ como por ejemplo la Coop Red Ecol Sierra de Santa Marta/Sierra Nevada, que exportan a Alemania a El Puente y Café Libertad, manejan de forma totalmente diferente.
¡Allí se aplica un triple diferencial de calidad y los agricultores siempre obtienen por encima del precio mínimo de CJ de 1,40 USD/libra + 20 céntimos de prima sin deducciones! Un productor de la Coop Aguadas lo formuló de esta manera “Los precios de la Federacion son muy desalentadores, si tuvieran que vender solo por el precio”.
Mi consulta posterior a Nestlé/Nespresso en Frankfurt/M y Vevey no fue respondida directamente, sino con un tiempo de retraso por su agencia de relaciones públicas Weber Shandwick Sra. Bordeloi. Ella confirmó esencialmente mi investigación y las declaraciones de FT Max Havelaar CH : “El precio de 7.480 pesos/kg que usted mencionó puede explicarse de tal manera que el precio mínimo de Comercio Justo de 1,40 USD/lb se refiere al precio libre a bordo (FOB). De este precio, en promedio en América Latina, alrededor del 70% (el porcentaje exacto se determina con las respectivas cooperativas) va a los agricultores, y el 30% restante se invierte en la cooperativa para aspectos como la administración y la infraestructura.” En el caso de Coop Aguadas, ¡la deducción es de alrededor del 63%! La dirección de la cooperativa Red Ecol Sierra, con la que discutí el problema durante más tiempo, quería discutir este problema del “Precio de la finca” también en la próxima reunión de Comercio Justo de Colombia.
En el proyecto de Nespresso en Aguadas hay un recargo de la AAA de 3 centavos de dólar, igualmente en Ixthuatlan 3 centavos de dólar. La explicación de la agencia Nestlé dice lo siguiente ‘Un aspecto importante es el pago justo a los agricultores. Como miembro del programa AAA, los agricultores reciben una prima AAA de Nespresso, y por el café adicional con certificación Fairtrade, Nespresso también paga una prima de 0,20 USD/libra a la cooperativa, que se utiliza para apoyar iniciativas de protección social para los agricultores, como el fondo de pensiones del programa AAA Farmer Future o el seguro contra el cambio climático”. Los 3 centavos de dólar no fueron nombrados específicamente.
Volvamos a México, a Veracruz, donde Nestlé está planeando un gran proyecto de cultivo de café Robusta, incluyendo una nueva fábrica en el parque industrial de la ciudad de Veracruz.
Una inversión total de 200 millones de dólares estadounidenses, según sus propias cifras, de los cuales 154 millones corresponden sólo a la fábrica. El acuerdo fue aprobado y firmado personalmente por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, AMLO para abreviar.
Hablé de esto con el presidente de la organización de pequeños productores de café CNOC, Fernando Celis, en la Ciudad de México. Me explicó el contexto y la inmensa expansión del Proyecto Robusta. Se van a crear un total de 150.000 hectáreas de nuevas zonas de cultivo de café, 80.000 de ellas en la llanura costera al norte de la ciudad de Veracruz. Éstas sustituirán a las actuales importaciones de café Robusta procedentes de Vietnam, Brasil, Indonesia y Ecuador. También se le hace fácil al Grupo Nestlé, porque algunos antiguos directivos han pasado a ocupar cargos gubernamentales, como Vicente Roma en la Secretaría de Agricultura SADER, Eduard Cadenas en la Secretaría de Agricultura Veracruz, Ernesto Faust es ahora senador en Veracruz, antes en AMSA. También es fácil solicitar y pasar el dinero del fondo ‘Sembrando Vida’ para el cultivo de café Robusta, un regalo de dinero de los impuestos de AMLO, que provocará que aún más agricultores y trabajadores agrícolas desempleados se vayan al norte. Se supone que el polémico fondo era para programas de reforestación para contrarrestar el cambio climático. Pero el argumento es similar al del cultivo de aceite de palma, porque al fin y al cabo, ¡son plantas y empleos verdes! “Esta política de promoción de las grandes corporaciones crea una migración masiva y desgraciadamente no habrá remedio”, dice Fernando Celis. Sin embargo, también hay muy buenas calidades de Robusta, como en Coop Ismam, en Chiapas, que cultiva tanto Arábica de altura orgánico/de comercio justo como Robusta orgánico/de comercio justo en zonas bajas y los suministra a World Partners y Gepa en Alemania. El precio medio de producción de Robusta en todo el mundo fue de 50 dólares estadounidenses por 100 libras de café verde, según la Organización Internacional del Café (OIC). Equivalentemente, en México, un quintal (47 kg) no se paga más de 900 pesos/35 dólares estadounidenses. Nestlé quiere producir 50 quintales por hectárea y hacerlo con los menores costes de producción posibles, con maquinaria de recolección y poco capital humano. Esto también afectará a las ventas de la producción de Arábica en México, que generalmente requiere árboles de sombra y un alto aporte de mano de obra. Es de esperar una importante caída de los precios, afirma Fernando Celis. Las consecuencias, por desgracia, ya son demasiado claras: un éxodo rural masivo. Estas consecuencias también fueron el tema de discusión en el Encuentro de Cafés Especiales de la Asociación de Cafés Especiales SCA, SADER, Amecafe y otras organizaciones cafetaleras en la Ciudad de México el 20/21 de febrero de 2020, donde se discutieron las consecuencias de la crisis de la plaga Roya y el desarrollo de nuevos mercados. Diversos representantes del gobierno y de las organizaciones cafetaleras animaron al público profesional con sus aportaciones. Hubo discusiones en grupos de trabajo y muchas ideas interesantes para mover el comportamiento del consumidor hacia más calidad.
El comercio justo y el comercio directo fueron, por supuesto, también un tema y se presentaron las iniciativas correspondientes, por ejemplo, de Femcafe/Veracruz. Las grandes empresas como Nestlé o los grandes comerciantes como AMSA, Rothfos/NeumannCafé California, Olam, Volcafé, etc. no estuvieron representados.
El gran proyecto de Nestlé sólo fue un tema marginal, porque ha sido virulento durante años. Sólo el actual Corona Shock podría detenerlo, porque las ventas de café ya han disminuido notablemente en las últimas dos semanas. Ya se verá si afecta de la misma manera a las ventas de las grandes empresas. En las pequeñas torrefacciones de este país ya se observa en parte un descenso de las ventas del -70% al -80% debido al cierre de cafeterías y restaurantes. Esto significa que no es una buena perspectiva en este momento y sería una buena idea para evitar cualquier posible efecto de ganancia, es decir, la compra de las grandes empresas por las autoridades del monopolio. En cuanto a la situación de violencia flagrante, ya se ha producido un fuerte aumento de los asesinatos por parte de los paramilitares contra miembros de la oposición, ecologistas y feministas en Colombia. Un efecto Corona muy violento, por desgracia. También es el caso de México.
Jan Braunholz es periodista, documentalista y catador y trabaja para la ONG Flüchtlingshilfe Mittelamerika e.V.
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